En ese camino aprendimos :

1) A trabajar en equipo,  codo a codo en el mismo espacio, con fisiatras, rehabilitadores e imagenologos.  A educarnos en el pensar colectivo, sin liderazgos  verticales.

2) Que cada enfermo enseña algo distinto. Identificar esa especificidad, es necesario y solo se revela en la estrecha relación médico-paciente. Esta es el fundamento de la clínica, que sigue ordenando  el manejo de las pautas diagnósticas y terapéuticas

3) Que la calidad del vínculo, dentro del grupo y con los enfermos influye en todos los planos asistenciales, pero decisivamente en un aspecto clave del resultado: la satisfacción del paciente.

4)Que todo lo realizado fue posible en virtud de un clima de afecto compartido,que no excluyó conflictos, más bien facilitó su superación y el alcance de consensos.

5) Que la presencia femenina en el grupo, agrega un tipo particular de empatía inherente al género de gran beneficio para su funcionamiento óptimo. Las neurociencias actuales, confirman este hallazgo.

6) Que en el mundo científico y académico también circula el marketing, la última novedad, y opiniones”prominentes” respaldando publicidades más o menos encubiertas. Por tanto, es preciso estar atentos y alentar el espíritu crítico desde lo aparentemente conceptual a lo estrictamente técnico.

7) Que en el tratamiento del dolor,la tendencia histórica en la especialidad es al incremento de la indicación quirúrgica, y al desarrollo de procedimientos mínimamente invasivos. Aún así, los resultados deben probar ser mejores que técnicas no invasivas, o de la propia historia natural de la afección que lo provoca. Esto supone además, eludir el inconveniente adicional que significa el sesgo retributivo.

8) Que el elevado número de evaluaciones finales efectuadas cumplió propósitos científicos y fueron un gran trabajo suplementario (no remunerado). Esto requerirá en un  futuro desafortunadamente lejano, la presencia de expertos evaluadores profesionales e independientes, lo que garantizará mayor objetividad en las conclusiones.

De todo lo hecho, puedo afirmar que aún en el error, se actuó con la máxima responsabilidad y dentro de las reglas éticas socialmente admitidas.

Lejos de vanas ostentaciones,los éxitos y premiaciones logradas, más que recompensas personales, fueron en retribución a la sólida imagen de equipo  trasmitida.

Hoy, el Grupo de Hombro, desarrolló una alta capacitación en la práctica de complejas técnicas de cirugía artroscopica y de  cirugias reconstructivas  incluyendo todos los  diversos tipos de  prótesis.

En el presente el Director del Grupo de Hombro Montevideo, es el Dr Domingo Beltramelli.
En este largo viaje de más de 30 años, fue un pilar fundamental. Atributos le sobran.
Desde esta etapa donde al decir del Prof. Bado “el hombre se transforma insensiblemente en recuerdo” digo: no pude estar mejor acompañado.

Finalmente agrego: Estos nuevos tiempos de pandemias múltiples, nos inducen a rechazar posturas individualistas y/o corporativas.
Al contrario, nos impulsan a defender las políticas públicas  (en particular en la salud), y privilegiar el interés colectivo y la responsabilidad social.

A las nuevas generaciones corresponderá “poner el pie por delante de la última huella”.
Que así sea.
Así será.

Dr. Isaac Ivanier
Fundador del grupo de hombro Montevideo